jueves, 13 de agosto de 2009

martes, 4 de agosto de 2009

Sin sus carnes de mercurio, las garzas me atravesaron la cara despojándome de todo, en un vacío absolutísimo. Falta la boca, y nariz probablemente.
Las micas de sus alas, escamas clavadas en mi sangre lastiman y entorpecen mi andar, estoy muy lejos y probablemente a la segunda embestida ya no tenga escapatoria.
Veo a lo lejos como clavan el pico en naranjas y frutos que explotan en vísceras llenas de semillas, secos de heridas mortales. Las carnes de los frutos se acaban.
Veo las cabezas de las garzas y los ojos inflamados de fuegos fatuos que giran todos de golpe hacia mí. Están lejos en el arroyo, y yo tirada en el suelo, temo a las garzas hambrientas de azogue y claman por más.
Las garzas se aproximan y a su vuelo llegan a mí. Cuando te llegan a la garganta son tragafuegos terrestres, y el cuerpo rápido se desvanece en el mar de picos de plata.
Las garzas se van; esperan; próximas, a la puerta más cercana.
Y detrás de la puerta.
Vos.

jueves, 30 de julio de 2009

miércoles, 29 de julio de 2009

sábado, 25 de julio de 2009

Lo que más me molesta de la casa partida, es como en los abismos, del enorme tajo que va del suelo, a la pared, al techo, a la pared y al suelo de vuelta, parece brotar el afuera, que explota hacia adentro y presiona, y parece que la noche se me viene encima, y el horizonte de pastos, y tierra perpetuo entrara para adentro, a mi casa, a mi cama, a mi cabeza misma desde el pelo hasta los huesos. Y me hace sentir tan mal.

(tengo fiebre )

miércoles, 22 de julio de 2009



Cami: No voy a derivar en mil y un boludeces sentimentalisticas porque sé que no te gusta. Pero aunque lo sabes y yo lo sé, y quizás por eso no te lo digo tan seguido como debería, tengo ganas de decirte que sos una de las personas que más quiero de la comarca y que sos la mejor amiga que pudiera desear y vivis en una piña debajo de mar .
y te amo mucho. Feliz día lindilla.
Elfo pasión.
Atte: te ama el conejoide mutantoide isoquil

domingo, 12 de julio de 2009



You say you want a revolution
Well you know we all want to change the world
You tell me that it's evolution
Well you know we all want to change the world
But when you talk about destruction
Don't you know you can count me out
Don't you know it's gonna be alright
Alright Alright
You say you'll change the constitution
Well you know we all want to change your head
You tell me it's the institution
Well you know
You better free your mind instead

jueves, 9 de julio de 2009

pequeño placer culpable.


Elegir una banda/grupo/cantante.
• Responder SOLO con títulos de sus canciones (de la banda elegida anteriormente).


1.Eres hombre o mujer?: she’s a woman
2. Descríbete: dizzy miss lizzy
3.Qué sienten las personas acerca de ti? Oh! Darling..
4. Cómo describirías tu anterior relación sentimental?: I should have known better
5.Describe tu actual relación: Here, there and everywhere
6.Dónde quisieras estar ahora?: Across the universe
7. Describe tu pasado: The long and winding road
8. ¿Cómo sería tu chico/a ideal?: Sun King
9. Describe tu mejor amiga/o: Good day sunshine
10. Cómo eres respecto al amor?: Let it be
11.Cómo es tu vida?: Twist and shout
12.Qué pedirías si tuvieras un solo deseo?: Revolution
13.Una frase: All you need…

lunes, 6 de julio de 2009


Estoy contenta por esas fotos, sisí mi pequeño elfo

PD: te amo elfo, felices 15 :)


porque tenía un arco? que le sucedía a ella?! que le pasabaaaaaaaaaa! jajaja. elfo!

sábado, 4 de julio de 2009


Estoy haciendo unas cookies justo ahora.Y me gustaría estar preparándoselas a ustedes.
Y solo para que conste, los quiero mucho muchísimo.

viernes, 3 de julio de 2009










The rain continued. It was a hard rain, a perpetual rain, a sweating and steaming rain; it was a mizzle, a downpour, a fountain, a whipping at the eyes, an undertow at the ankles; it was a rain to drown all rains and the memory of rains. It came by the pound and the ton, it hacked at the jungle and cut the trees like scissors and shaved the grass and tunneled the soil and molted the bushes. It shrank men's hands into the hands of wrinkled apes; it rained a solid glassy rain, and it never stopped.

(...)

Algo le corría por la piel. Algo crecía sobre él, en capas. Caían unas gotas, sobre otras gotas, y todas se unían formando unos hilos de agua que le corrían por el cuerpo. Y mientras, las raíces de las plantas se le metían en la ropa. Sintió que la hiedra lo cubría con un segundo traje; sintió que los capullos de las flrecitas se abrían, y que caían los pétalos. Y la lluvia seguía y seguía, golpéandole el cuerpo y la cabeza. En la noche luminosa (pues la vegetación brillaba ahora en la oscuridad) podía ver las figuras de los otros dos hombres, como troncos caídos cubiertos por un manto de hierbas y flores. La lluvia le golpeó la cara. Se cubrió la cara con las manos. La lluvia le golpeó entonces el cuello. Se volvió boca abajo, en el barro, entre las plantas de tejidos elásticos, y la lluvia le golpeó la espalda y las piernas.




El teniente se incorporó y comenzó a sacudirse el agua del cuerpo. Mil manos lo estaban tocando, y no quería que lo tocaran. Ya no lo aguantaba más. Trastabilló y chocó contra alguien. Era Simmons, de pie bajo la lluvia. Simmons escupía, tosía y estornudaba.


Y en seguida Pickard, gritando, se incorporó y echó a correr.


-¡Un momento Pickard!


-¡Basta! ¡Basta! - Gritaba Pickard. Disparó seis veces su arma contra el cielo de la noche. En el resplandor de la polvóra, durante un instante, con cada detonación, los hombres pudieron ver ejércitos de gotas de lluvia, como incrustadas en una vasta e inmóvil piedra de ámbar, como sorprendidas por la explosión.


Quince billones de gotitas, quince billones de lágrimas, quince billones de joyas en una vitrina forrada de terciopelo blanco. y luego, cuando la luz desapareció, las gotas que se habían detenido para ser fotografiadas, que habían suspendido su rápido descenso, cayeron sobre los hombres, como una nube de voraces insectos, fría y dolorosa.


-¡Basta! ¡Basta!


-¡Pickard!


pero Pickard ya no se movía.






Ray Bradbury. El hombre ilustrado. La lluvia.

Sres y Sras:
La Real Academia de frases/palabras geniales presenta:

-Batata Macabra
-Cádaver exquisito
-Cerramiento
-Acordarnosdosloslo
-Frusta







Esperamos que sean de su agrado.
Las rayuelas mandan oh sí.

SURREALISMO DE MI CORAZÓN


(maldita última clase de liepa pérdida)
sinestestesiamos un rato en el centenario (o en el sector)?














.que ganas de llorar.

es un personaje nomás.















:inconciencia
Ridiculización
Precipitación:
acciones sin sentido - violencia
etc.-






Che, si me ven afanando telas y pañuelos rojos, violetas, o naranjas a alguien en el bondi,
caminando extrañamente por la calle mientras me tiro del pelo
corriendome el lapiz labial para levantarme a alguien
saltandole a la yugular a cualquiera que ande por ahí
u otras cosas

me controlan sí? Muchas Gracias

Atte: Lujuria.






PD: La obra va a salir linda, todo va a salir bien. Porque necesito la plata para pagarle al psicologo que probablemente ya habré atacado sexualmente :D

jueves, 2 de julio de 2009

La casa amarilla

Parte 2- El invernadero

Lo primero que sentí fue el olor, el olor para mí tan familiar de la carne rancia que daba unas nauseas tan fuertes que se me nubló la vista. Me vi así sumergido en una nauseabunda marea amarilla, aturdido por los escalofríos que sentía a lo largo de toda mi piel: producidos por lo que parecían ser viscosos pétalos de flores.
Pronto las nauseas fueron cediendo, ya que mi nariz se acostumbró al olor, y pude vislumbrar lo que me rodeaba.

Mire a mi alrededor y vi unos altísimos árboles, que estaban cubiertos en su totalidad por enormes flores amarillas. Los árboles note, eran demasiado altos para el invernadero, no porque no entraran en este, sino que el espacio del invernadero era mucho más grande de lo que debería ser por lo que se veía desde afuera: un invernadero del tamaño de un patio y alto como una casa de un piso, mientras que los árboles del invernadero tenían por lo menos 4 pisos de altura. (Más tarde me daría cuenta que esto se repetía en todas las habitaciones de la casa amarilla, los espacios eran por dentro muchísimo más grandes de lo posible, y parecían cuadriplicarse por dentro mientras que por fuera, tenían un tamaño normal).

Volviendo a los árboles amarillos, intrigado, me acerque a observar más atentamente sus flores. Estaban recubiertas por pelillos viscosos en todos sus pétalos (en total diez), que opacaban la naturaleza tornasolada de los mismos. A su vez al acercar la mano, la flor se contraía muy rápidamente sobre los dedos, y tras una extraña convulsión liberaba la mano que olía a un perfume agradable, muy similar al del jazmín, aunque tras unos minutos la mano comenzaba a adormecerse, como anestesiada, y quedaba inútil por unos minutos.
Las flores eran además gigantes y tenían un tamaño similar al de mi cabeza cuando estaban contraídas, y uno mucho mayor al abrirse.

Pero seguía perplejo ante lo siguiente si el olor a carne rancia provenía del invernadero ¿porque las flores olían tan frescas y deliciosas?. Al observar atentamente los árboles note que el tronco y ramas del árbol eran completamente negras, pero al estar cubiertas por flores amarillas (sí, el tronco y las raíces también) se ocultaba su color y su olor.
El árbol en sí olía a carne, y sus flores predadoras, me dieron la sensación de que estaba en presencia de enormes árboles carnívoros.
Asustado al percatarme de esto, comencé a caminar aturdido por entre los árboles del invernadero, el cual parecía ser un bosque infinito en duermevela, ya que era inevitable caminar a tráves de él sin adormecerse de vez en cuando, gracias al beso de las flores amarillas que me rozaban constantemente y el nauseabundo olor.

Finalmente luego de caminar, lo que para mí parecieron horas, escuche un grito arañado entre las flores.
Camine lentamente hacia él (ya casi estaba por caer al piso, mis piernas estaban adormecidas por el veneno de los árboles).
Luego escuche otro en la misma dirección, eran gritos suaves y dolidos en un principio que se tornaban abismales y terribles en un segundo (como sí algo amortiguara los gritos y de golpe aturdieran a todo lo que tuvieran cerca).
Seguí mi rumbo hacia los gritos amarillos y dolidos, tapando mis oídos como podía hasta que llegué a un claro del amarillo bosque infernal.

Allí, arrodillada e iluminada, por lo que se veía distante (debido a la altura del invernadero) como un tragaluz, estaba una niña con cara de cerdo arrancando plantas con enormes raíces de la tierra, con mucha satisfacción, que gemían cuando ella las tomaba de sus hojas, y gritaban atrozmente cuando las arrancaba de la tierra. Luego les rompía lo que se asemejaba a un cuello (como conejos) y las tiraba inertes a una cesta de mimbre. Una tras otra arrancaba las plantas sin piedad, y tales eran sus gritos, que yo, con el cuerpo completamente anestesiado, horrorizado ante la masacre de raíces, y agotado por el olor del invernadero de la casa amarilla, me desmayé, unos segundos después de que la niña, distante, se percatara de mi presencia y girara su rechoncha y horrible cara hacia mí.



Por pau
La casa amarilla

Parte 1- La casa amarilla

Podría no haber entrado a esa casa, claro que podría. Pero me resultaba irresistible.
Siendo yo un niño pequeño, y viviendo al lado de esa casa, ¿como podría haber evitado ese lugar? Imposible.

Por fuera era una enorme casa amarilla, simple sin embargo, sin ninguna gracia más que su color. Cubierta por algunas enredaderas retorcidas, con un jardín delantero gigante lleno de malezas vivas, y pedazos enteros de tierra seca, era la casa más descuidada del barrio. Nadie parecía salir o entrar de esa casa, por lo menos en horarios normales, pero todos sabían que estaba habitada, y alguna vez una u otra persona alegaba haber conocido a alguno de sus habitantes. Pero yo jamás le creí a nadie, ya que la fuente de estos rumores eran las bestiales viejas que acechaban por el barrio sin nada más que hacer que quejarse de las ratas provenientes de la casa amarilla o de los amoríos subterráneos de sus cucarachas, o contar chismes mientras trataban de articular frases atractivas para su audiencia (compuesta por otras bestias) a la vez que destrababan la dentadura de la bombilla de un mate oxidado.

En fin, claro esta que ningún niño pequeño se metería en una casa en apariencia abandonada, victima de tantos rumores, pero sin gracia ni misterios aparentes más que sus insectos y malezas.

Pero había algo más. Mucho más.

Como el olor de la canela mezclado con carne rancia proveniente de la casa culpable de mis desvelos nocturnos, o incluso los cisnes, pavos reales, y patos de papiroflexia que aparecían misteriosamente en el jardín delantero de la casa amarilla y que a veces lograba obtener tras haber estos sido arrastrados por el viento hasta el jardín de mi propia casa. Quizás el constante ruido de los grillos que se escuchaban no provenientes del jardín sino desde el interior de la casa amarilla (y de día, a las 7, siempre a la misma hora, puntuales como si fuesen gallos diminutos) era lo que me volvía loco. Pero el punto es que lo único que podía hacer para volver a dormir por las noches y seguir con mi vida, era de una manera u otra, entrar a la casa amarilla.

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Puse mis planes en marche, pero angustiado, descubrí un tiempo después, que la casa amarilla era una fortaleza impenetrable. Parecía que cada vez que llovía se bamboleaba con el viento, danzando mareada, y sin embargo su estructura resultó ser mucho más fuerte de lo que yo esperaba: no había grietas, ni pasadizos, ni agujeros, ni ventanas rotas, por donde un niño tan pequeño como yo (por si no lo mencione antes, mi condición de pequeño no se debía a mi edad, sino a mi tamaño, exageradamente diminuto para cualquiera, aunque fuera tan joven) pudiera entrar.

Y entonces pensé en el invernadero.

La casa amarilla tenía en lugar de un patio trasero un invernadero gigante, de un vidrio completamente opaco (y por supuesto amarillo) que ocultaba un enorme jardín de invierno unido a la parte posterior de la casa. El invernadero era también fuente de muchos otros rumores: como que el dueño de la casa era un extravagante científico que tenía un jardín secreto de plantas tropicales de todo el mundo, de Asia, África, etc.
Pero, mi conclusión respecto del invernadero era simple: las bestias del barrio tenían demasiada imaginación. Era imposible creer que ese invernadero descuidado, sucio, y arruinado, pudiera albergar magnificas flores y árboles exóticos de los confines del mundo. Pero sin embargo…

Resolví entrar un domingo a la tarde a la casa amarilla, por el invernadero (nada podrían decirme los dueños, pensé, era un niño pequeño y travieso que había querido mirar las flores del invernadero, que además mentía muy convincentemente). Dije a mis padres que iba a jugar a la casa de otro vecino cercano. Y decidido trepé el paredón que separaba mi casa de la casa amarilla, y una vez que estuve en la cima del paredón recubierto por las enredaderas de mis enigmáticos vecinos, salté al otro lado.

Había un pequeño espacio entre el paredón y el invernadero, tan fino, que ninguna persona hubiera podido pararse entre estos sin que le reventaran las vísceras, pero siendo yo tan flaco y pequeño, aguantando la respiración pude llegar a una puerta lateral del invernadero que supongo que los dueños consideraban inhabilitada (que gracias al cielo se abría hacia adentro, o todo mi plan hubiera sido inútil) y empujándola suavemente hacia adentro, entre al invernadero.

viernes, 19 de junio de 2009

In my dreams I'm dying all the time

As I wake its kaleidoscopic mind

jueves, 18 de junio de 2009

Informo de mis súbitas ganas de
romper todo!...

en cualquier momento me agarra un anarco-arranque y me descontrolo completamente.


No se si fue esa increíble sobrecarga cardíaca.. u otras personas...


No importa respiro las cosas. Ah: Bernardo teamo.teamo.teamo!... tenia que decirlo

lunes, 15 de junio de 2009










Las cartas noisettes



(dedicado a mi requeterecontra amada avellana)



Querida Paula Monteleone:



No se como decirte esto pero eres una pervertida. Creo haberme dado cuenta de esto cuando me abofeteaste con George Bush y su mujer y luego te vi sentándote en el portero del Manchester United. Estoy segura de que eres lo suficientemente senil como para entender que fui atacada por un basurero. Voy a devolverte tu anillo, pero seguiré guardando el pedazo de tu oreja izquierda como recuerdo. También deberías saber que seré entrevistada por el Times sobre tu nueva vida como un clon. No te preocupes, no diré nada sobre tu deseo de convertirte en isoca.



Púdrete en el infierno:


Atte: Victoria Ocampo



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Estimada Victoria Ocampo (si eso es posible):



Me ahogaría en el septimo circulo infernal si es de tu agrado, pero me asquea que revelaras mi alter ego isoca, por lo cual recibiras prontamente noticias de mi abogado alienigena. No son necesarias tus aluciones a mi relación con el señor Bush, ya sabes que mi relación con él se limita estrictamente a la venta de panchos, y si te resulta imposible la superación de mi trío con terceras y un potus, no es mi problema, consiguete un psiquiatra o en todo caso un jardinero.En cuanto al Times, no te preocupes, el National Geographic ya sabe todo lo referente a tu abducción, acaso pensaste que nadie notaría tu repentina aficción a las avellanas?.PD: Necesito mi oreja antes de abril para retirarme a mis aposentos en Slumberland, gracias.



Preparaós para mi venganza inminente.



Atte: Paula Monteleone.


(Srta Ocampo: Considero necesario prolongar mi PD:Sus agresiones las degustaré por la mañana con un café con leche, o en su defecto una fugazzeta.Sin embargo, creo necesario que tratemos el siguiente tema: la superación del trío y su malsana obsesión por comer tierra. Sin más me despido desde mi residencia venusiana, que como imaginará, es la única de la que dispongo actualmente, gracias a que hizo un collar con mi oreja)

Os estoy vigilando.


Atte: vuestra enemiga vengativa y adorable.


Continuará...









sábado, 6 de junio de 2009


"En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. "





viernes, 5 de junio de 2009

EL CALOR







EL CALOR

1, 2, 3,4 cuenta sus pasos rítmicamente, son pasos cortos, febriles, de huída. Huye porque tiene miedo; miedo de las acuarelas infernales que se desdibujan en el horizonte, auroras del vapor que vomita el asfalto.

1, 2, 3, 4, sigue caminando, cuenta sus pasos: no son más de cien desde el almacén hasta su casa y sin embargo…

Siente el olor a polen caliente que le inunda la boca, las entrañas. Un escalofrío le lastima las sienes. Siente el miedo otra vez, miedo del calor, ese miedo que invadió la tierra hace ya unos cuantos años.

Le duelen las manos y deja caer la bolsa. Ruedan las frutas y al primer contacto con la calle se evaporan.
El vapor espeso de las manzanas apaga al olor a azufre y endulza el aire. Ella no vuelve hacia atrás, sería en vano recoger algo, ya todo se debe haber quemado. (...)

---

El camina rápido y le pasa a ella por al lado, no la mira siquiera.
Nunca hay que mirarlos, ni a ella ni a los otros, no hay tiempo. Ya no sirve, ella está muerta, ahora es simplemente otra estatua azabache. Otra preciosa víctima del calor estival.


por Pau






ah y gracias a mi satancita linda, que me hizo el blog. Ay ya le dedicare algo a usted bonita, por que amo su maldita actitud anarco-mate rebelado!
por ser la creadora, creo que merezco el privilegio del primer posteo ( en realidad no se llaman posteos, creo que subidas, pero todavía me falta el vocabulario blogger ) y no te escribo mucho porque voy a mitad de tu carta. igual no te hagas muchas ilusiones porque estoy medio trancada, pero creo que te va a gustar (y si no, igual me vas a decir que sí, porque sos linda y siempre me hacés sentir bien) espero que disfrutes mucho este blog, y que escribas cosas maravillosas, como solo vos sabés escribir. te amo satán, muchísimo.

debichosyflores.blogspot.com